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¡Con ustedes, el genio de la teoría de la relatividad! El hombre cuyo apellido se ha convertido en sinónimo de inteligencia. Pero, ¿qué hay detrás de ese peinado desaliñado y esos ojos sabios? ¡Prepárate para descubrirlo en esta interesante e ingeniosa Biografía de Albert Einstein!

Nacimiento e infancia

Permíteme contarte la increíble historia de Albert Einstein, ese genio de la física que puso a prueba nuestra capacidad de entendimiento con sus teorías revolucionarias. Nació el 14 de marzo de 1879 en el Imperio Alemán, justo en la misma época en la que alguien inventó el adjetivo «genio» para describir a personas como él. Sus padres le pusieron el nombre de Albert, pero podrían haberle llamado «¡Repórtate, Universo!» porque eso es lo que acabó haciendo.

Desde muy pequeño, Einstein demostró tener una mente brillante y, por qué no decirlo, un poco loca. A los tres años, de seguro que ya podía cuestionar las leyes de la física, solo que le costaba un poco hablar. Y a los cinco años, probablemente ya había inventado un nuevo sistema solar en su mente. No era el niño más popular de la escuela y prefirió pasar su tiempo en compañía de números y ecuaciones en lugar de amigos. Aunque, seamos sinceros, ¿qué refugio puede haber mejor que las matemáticas?

Juventud

A medida que Einstein crecía, también lo hacía su deseo de entender cómo funcionaba el universo. Así que, como buen procrastinador, decidió abandonar la escuela y empezar a trabajar en una oficina de patentes en Berna. ¡Eso fue un tremendo cambio! De repente, pasó de estudiar teorías físicas a evaluar inventos que iban desde el delicioso chocolate hasta el aburrido papel higiénico. Pero Einstein no se rindió y decidió aprovechar este trabajo para seguir desarrollando su mente creativa.

Y así, en aquel año de 1905, cuando Einstein era solo un joven adulto desconocido, sin barba y con más pelo en la cabeza, hizo algo que nadie esperaba: publicó un montón de teorías que revolucionarían la física para siempre. En ellas, explicaba la teoría de la relatividad especial y deducía la famosa ecuación de la equivalencia masa-energía, sí, esa famosa E=mc² que todos conocemos bien pero que nadie sabe qué significa. En fin, el punto es que todo el mundo se quedó con la boca abierta con lo que presentó. Ese año, además, también publicó otros trabajos científicos que sentaron las bases de la física estadística y la mecánica cuántica. ¡Este sujeto no descansaba!

Pero no todo fue un camino de rosas para el bueno de Einstein. Siempre se encontraba con algún despiadado crítico que quería desacreditar sus teorías y decir que estaban equivocadas. Incluso, cuando le dieron el Premio Nobel de Física en 1921, no fue por su famosa Teoría de la Relatividad, sino por su explicación del efecto fotoeléctrico. ¡Increíble! Como si el efecto fotoeléctrico fuera más importante que tener una teoría que pone patas arriba todo lo que creíamos saber sobre el espacio y el tiempo. En fin, qué se le va a hacer…

Matrimonio(s)

Este muchacho no solo revolucionó el mundo de la física, también tuvo un par de episodios románticos en el camino. Primero, estuvo casado con Mileva Marić, su compañera de estudios y una mujer igual de inteligente que él. Parece que el amor floreció en medio de las formulas y ecuaciones, y juntos tuvieron una hija llamada Lieserl, la cual es un misterio hasta el día de hoy. Sin embargo, a pesar de que Mileva también era una mente brillante, al parecer a él no le importó que ella «tuviera un buen físico» porque finalmente se divorciaron.

Pero la historia romántica de Einstein no terminó ahí. Después de un tiempo, encontró el amor en Elsa Loewenthal, su prima y viuda de un tal Max Loewenthal (quién seguramente no era un genio de la física). Parece que Einstein encontró en Elsa una compañera y un apoyo en momentos difíciles. ¡Qué romántico! En fin, la vida amorosa de Einstein fue tan fascinante como sus teorías. Aunque igual no hubo mucha química, por lo que sus relaciones no funcionaron tan bien como sus ecuaciones. Sin embargo, su genialidad y pasión por el conocimiento siempre estuvieron presentes.

Mudanza

A medida que pasaban los años, Einstein se fue ganando un lugar en la historia de la ciencia y en los corazones de millones de personas en todo el mundo. En la década de 1930, tuvo que huir de su amada Alemania por culpa del surgimiento de los nazis. Decidió instalarse en Estados Unidos, donde siguió enseñando e investigando en el famoso Instituto de estudios avanzados de Princeton. Eso sí, antes de irse, le dio un buen consejo a los alemanes: «¡Sáquenme de aquí lo más rápido posible!».

En Estados Unidos, se convirtió en una celebridad y no solo por sus logros científicos. También fue un firme defensor de la paz y la justicia social, e incluso se convirtió en un ferviente defensor del sionismo y el socialismo democrático. Aunque, por otro lado, también ayudó a desarrollar la famosa bomba atómica, pero eso lo dejamos para otro capítulo de su vida. Y aquí va otro dato curioso: Einstein fue proclamado «personaje del siglo XX» y el científico más preeminente por la revista Time. ¡Vaya título! No es algo que se le dé a cualquiera, ¿verdad?

Fallecimiento

El 16 de abril de 1955, Einstein tuvo un desagradable encuentro con un aneurisma. ¿Y qué hizo? Pues, ¡rechazar la cirugía como si fuera una invitación a un evento aburrido! «Quiero irme cuando quiero», dijo con la autoridad de quien resuelve ecuaciones en su tiempo libre. El pensaba que la vida no debía prolongarse como serie de Netflix. Einstein estaba decidido a irse con elegancia, aunque tuviera que dejar a medias su discurso sobre el aniversario de la independencia de Israel.

Tristemente, Einstein murió tan solo dos días después, el 18 de abril de 1955 a la edad de 76 años, podemos decir que era «relativamente» jóven. Después de eso, se llevó a cabo una autopsia para entender mejor las causas de su hemorragia interna. Pero el patólogo Thomas Stoltz Harvey decidió extraer y conservar su cerebro sin el permiso de su familia. Parece que se tomó muy en serio cuando le dijeron «Deberías tener un cerebro como el de este hombre».

Albert Einstein no fue simplemente un «cerebrito». Su legado radica en sus teorías y en la forma en la que transformó nuestra comprensión del universo. Su imaginación y su capacidad para desafiar las teorías más sólidas de la física nos abrieron las puertas a un nuevo mundo de posibilidades y nos mostraron que a veces hay que pensar fuera de lo convencional para hacer grandes descubrimientos. No cabe duda de que su apellido siempre será un símbolo de genialidad, y un ejemplo digno de lo que significa disfrutar de…

LA EXPERIENCIA DE APRENDER

Enlaces Externos

En esta sección recopilamos contenido que nos ha gustado de otras páginas de internet, para que conozcas más sobre el tema.

El RAP de Albert Einstein. Por el canal de Emprende Rapeando, un canal que promueve el aprendizaje con rimas.

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Una respuesta a «Albert Einstein»

  1. Avatar de Susy Juárez
    Susy Juárez

    ❤️ Esta es mi favorita!!

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